Estoy
amamantando y voy a volver a trabajar
La
vuelta al trabajo supone una dificultad, pero no un impedimento para
continuar con la alimentación al pecho.
Existen
diferentes posibilidades para que las madres que tienen que
incorporarse al trabajo puedan continuar con la lactancia. Se puede
optar por una o varias de ellas.
Algunas
opciones son:
Acumular
las horas del permiso laboral (1 hora en medio de la jornada laboral
o ½ hora al principio o al final de la jornada, hasta los 9 meses) y
sumarlas a la baja maternal.
Solicitar
una reducción de jornada con reducción del salario o una excedencia
del puesto de trabajo, sin remuneración, durante unos meses, para
poder estar más tiempo con el bebé.
Llevar
al bebé al lugar de trabajo durante toda la jornada laboral (esto es
posible en algunos trabajos como el comercio, la limpieza doméstica,
etc.) o sólo para amamantarlo, si se puede contar con una persona
que se ocupe de traer y llevar al bebé.
Si
no hay mucha distancia entre el lugar de trabajo y el lugar donde
está el bebé, salir a darle el pecho durante la hora de lactancia o
en los descansos.
Extraer
la leche en casa o en el lugar de trabajo con un sacaleches (los
eléctricos son más rápidos) para que el cuidador se la ofrezca al
bebé cuando la madre esté trabajando.
Unas
semanas antes de incorporarse al trabajo, conviene familiarizar a la
persona que se vaya a encargar de cuidar al bebé con el manejo de la
leche materna y la forma de administrarla ( vasito , cuchara...)
Mantener
tomas de pecho frecuentes, a demanda, cuando la madre esté en casa
con el bebé (fines de semana, durante la noche...) y ofrecer otros
alimentos apropiados para su edad cuando la madre esté fuera (por
ejemplo, en niños mayores de 6 meses: purés de verduras o fruta).
Si
la madre le ofrece el pecho al bebé inmediatamente antes de salir de
casa e inmediatamente al volver, es posible que solo necesite una o
dos tomas de leche u otros alimentos (según la edad) durante su
ausencia.
Muchos
bebés, cuando la madre no está, son capaces de pasar varias horas
sin comer, algunos duermen prolongadamente en ausencia de la madre
para pedir mucho más a menudo cuando regresa.
Para
evitar que el estrés laboral afecte a la producción de leche, la
madre debe descansar cuando pueda y delegar en su pareja o familiares
otros aspectos relativos al cuidado del niño y del hogar, para que
no acumule demasiado cansancio por el trabajo y el hecho de estar
amamantando al bebé.
Conviene
buscar apoyo e información en madres con experiencia (grupos de
apoyo), representantes sindicales y administración (información
sobre derechos laborales).
Información
elaborada por el Comité de Lactancia Materna de la Asociación
Española de Pediatría.
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