Como muchos sabréis , se están dando un pequeño número de casos de varicela en nuestra localidad . Con lo que aumenta la preocupación de muchos padres porque sus hijos puedan contagiarse. Os recuerdo que actualmente no disponemos de vacunas y la prohibición de administrar dichas vacunas , como no sea según el protocolo de vacunación marcado tanto por el Ministerio de Sanidad , como por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha.
Como muchos han vuelto a preguntar por la vacunación os dejo un artículo que ha sido publicado en el mes de Noviembre de 2014 , sobre un estudio sobre la eficacia de la vacuna contra varicela.
Ante todo recordaros que la varicela ha sido y sigue siendo una enfermedad característica de la infancia , y que en escasa ocasiones se complica , a pesar de las molestias normales que puedan sufrir vuestros hijos . Recordaros también que disponéis de más información acerca de la varicela en esta misma pestaña.
La
vacunación rutinaria del virus varicela-zóster reduce la incidencia
de varicela grave, sin alterar la de herpes zóster grave
Resumen Estructurado
Objetivo: describir
la evolución de las formas graves de infección por el virus
varicela-zóster (VVZ) entre 2005 y 2010 tras el inicio de la
vacunación sistemática en España en 2006. Evaluar posibles
diferencias entre vacunar solo a los adolescentes sanos susceptibles
(vacunación de adolescentes [VA]) o a todos los lactantes de 15-18
meses (vacunación de lactantes [VL]).
Diseño: estudio
de cohortes poblacional retrospectivo.
Emplazamiento: hospitales
públicos españoles recogidos en el Conjunto Mínimo Básico de
Datos (CMBD) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad.
Población de
estudio: población española.
Evaluación de la
intervención: para comparar las dos estrategias de
vacunación (VL y VA) se consideraron por separado las poblaciones de
las cuatro comunidades autónomas (CC. AA.) en las que se estableció
VL (Madrid, Navarra, Ceuta y Melilla) y las del resto de CC. AA., que
instauraron VA. Se incluyeron también en el análisis los datos
referentes a los años anteriores a la comercialización de la vacuna
(publicados en un estudio previo).
Medición del
resultado: se ha medido la incidencia poblacional de
varicela grave mediante la tasa anual de hospitalizaciones por este
motivo (recuento anual de hospitalizaciones dividido entre la
población anual en riesgo). Los datos se han recopilado del CMBD. Se
ha estratificado por edades: menores de cinco años, de cinco a nueve
años y mayores de nueve años para ingresos por varicela; y menores
de 50 años, de 50 a 54, de 55 a 59, de 60 a 64, de 65 a 69, de 70 a
74, de 75 a 79, de 80 a 84 y mayores de 84 años, para los ingresos
por herpes zóster (HZ). El análisis se ha realizado ajustando un
modelo especial de regresión multivariable de Poisson, llamado de
“diferencias en las diferencias”, que modeliza las diferencias
entre dos o más cohortes (por ejemplo, grupo de tratamiento y grupo
control), en diferentes periodos de tiempo. La variable de resultado
es la tasa (densidad de incidencia) en cada comunidad autónoma para
cada año del seguimiento, y las variables explicativas son tres: una
variable binaria que identifica a las CC. AA. que se decidieron por
VL, para evaluar su efecto frente a VA; una variable binaria que
separa la serie en dos periodos, el previo y el posterior a 2006
(fecha de inicio de la vacunación), e identifica el efecto que
induce la decisión de vacunar frente a no vacunar; y la variable de
interacción de las otras dos. Las tres variables explicativas
resultaron significativas para el modelo. Todas las tasas, para cada
grupo etario, se expresan por 100 000 habitantes/año.
Resultados
principales: la decisión de vacunar disminuye la tasa anual
de incidencia de hospitalizaciones por varicela, que cayó
significativamente (p = 0,036) en toda la población española, desde
4,53 en 2005 hasta 2,95 en 2010. El efecto principal se observa en
los niños <5 años: desde 46,77 (intervalo de confianza del 95%
[IC 95]: 43,81 a 49,73) hasta 26,55 (IC 95: 24,50 a 28,60). Comparada
con la VA, en seis años la VL reduce a la mitad la densidad de
incidencia de varicela grave (se multiplica por un factor de 0,54 [IC
95: 0,39 a 0,77]). Así, en las 15 CC. AA. que adoptaron VA, la tasa
se redujo un 37%, desde 5,12 (IC 95: 4,87 a 5,35) hasta 3,22 (IC 95:
3,04 a 3,40). En las cuatro CC. AA. que se decidieron por la VL, cayó
un 78%, de 6,77 (IC 95: 6,14 a 7,40) a 1,46 (IC 95: 1,18 a 1,74).
Este efecto se vio principalmente en menores de cinco años.
No se detectó que la
decisión de vacunar ni el tipo de estrategia vacunal influyeran en
la tasa anual de incidencia de hospitalizaciones por HZ (p = 0,794),
que se mantuvo constante para toda la población durante los seis
años del estudio alrededor de 10,33. En el grupo de los mayores de
84 años sí hubo un incremento significativo desde 53,73 (IC 95:
51,94 a 55,52) antes de 2006 hasta 97,68 (IC 95: 91,62 a 103,73) en
2010.
Conclusión: la
vacunación sistemática de varicela de los adolescentes (10 a 14
años) sanos susceptibles reduce en seis años la incidencia de
varicela grave. Este efecto
beneficioso se duplica en caso de vacunar además a todos los
lactantes de 15-18 meses. El efecto principal se observa en
niños menores de cinco años. La incidencia de herpes zóster grave
se mantiene estable en la población general, pero sigue una
importante tendencia ascendente en los mayores de 84 años.
Conflicto de
intereses: no existe.
Fuente de
financiación: Fondo de Investigaciones Sanitarias. Uno de
los autores ha sido becado parcialmente por la Fundación Caja
Madrid.
Comentario Crítico
Justificación: la
vacuna para varicela en sujetos sanos ha demostrado disminuir las
hospitalizaciones y los fallecimientos en relación con el VVZ. El
Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría
recomienda la administración universal en dos dosis, a los 12 y a
los 24 meses de edad1. En
España existen 19 calendarios vacunales distintos. En la propuesta
de unificación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad para 2014 se opta por vacunar a los 12 años de edad solo a
los niños que no hayan pasado la enfermedad. Este estudio es
enormemente pertinente, pues analiza el impacto de las dos
estrategias vacunales en España.
Validez o rigor
científico: la pregunta de investigación está claramente
planteada. La medición de la exposición y su efecto parece
independiente y ciega. Hay una adecuada precedencia temporal de la
vacunación sistemática sobre las hospitalizaciones y hay un tiempo
de seguimiento suficiente para que el efecto aparezca. No se registra
la cobertura vacunal anual en las distintas CC. AA. ni se incluye
este dato en el modelo estadístico, tampoco las tasas globales de
hospitalización por cualquier causa. Podría tener importancia
conocer, en las CC. AA. con estrategia de VA, la tasa de vacunación
a lactantes autofinanciada por las familias. La variable
hospitalización es adecuada para evaluar enfermedad grave por VVZ,
aunque sería interesante tener también datos sobre neuralgia
postherpética, patología muy invalidante y duradera.
Podrían plantearse
problemas de representatividad en la muestra. No se especifica de
dónde se han obtenido los datos de las poblaciones anuales de las
diferentes CC. AA. (denominador de las tasas). En un artículo previo
del mismo grupo sobre el mismo tema2 se
obtuvieron de las proyecciones del censo de 1998-2004 ajustadas al
97,7% de la población cubierta por los hospitales incluidos en la
base de datos del CMBD, por lo que es probable que esa sea la fuente
de estos datos. También se desconoce si la distribución por edades
de la población registrada en el CMBD es idéntica a la de la
población del censo y entre las distintas CC. AA. Se desconocen las
pérdidas por casos mal codificados o ingresados en centros privados
(hasta un tercio de las camas hospitalarias en España3).
El manejo de la confusión se ha realizado adecuadamente mediante el
modelo multivariable de regresión de Poisson. Sin embargo, no se dan
datos sobre el grado de sobredispersión del modelo, factor
fundamental para la validez. A pesar de todo, las conclusiones del
trabajo parecen robustas. El efecto de la vacuna es muy importante y,
además, la investigación se ha realizado aprovechando una coyuntura
excepcional en nuestro país.
Importancia
clínica: el efecto de la vacuna sobre la hospitalización
por varicela parece muy relevante y es mucho mayor con VL que con VA.
Los datos son congruentes con la literatura internacional sobre el
tema, en un estudio en Canadá4,
cuyo calendario incluye la vacuna universal a los 12-15 meses,
también se encontró un descenso importante en los ingresos por
varicela, especialmente en los menores de cinco años (83%).
La reexposición
continuada al VVZ circulante, al reactivar la respuesta inmunitaria,
podría proteger a los ancianos del HZ (hipótesis
del boosting exógeno). Por ello es posible que la
vacunación universal aumente la incidencia del HZ en ancianos. Una
revisión sistemática reciente concluye que este fenómeno existe,
aunque es muy heterogéneo y difícilmente cuantificable5.
En el presente estudio se objetivó un aumento muy significativo
(casi del doble) de ingresos por HZ en mayores de 84 años, aunque la
relación de causalidad con la vacuna no se ha podido acreditar,
entre otros motivos, porque aumentan las hospitalizaciones por todas
las causas en ese grupo de edad. En EE. UU. se ha observado un
aumento progresivo de incidencia de HZ en mayores de 65 años desde
antes de la introducción de la vacuna en el calendario, sin que la
vacunación universal supusiera un punto de inflexión en esa
tendencia6. En este estudio no
se analizan costes. En otros, la vacuna solo parece coste-efectiva si
se asume que no se asocia a un aumento del HZ7.
Aplicabilidad en la
práctica clínica: la estrategia de VL parece efectiva.
Debería plantearse una evaluación rigurosa de la eficiencia en
España y su influencia sobre la equidad del sistema sanitario
español, antes de proceder a la toma de decisiones.
Conflicto de intereses
de los autores del comentario: no existe.
Cómo citar este artículo
Gimeno Díaz de Atauri A,
Modesto i Alapont V. La vacunación rutinaria del virus
varicela-zóster reduce la incidencia de varicela grave, sin alterar
la de herpes zóster grave. Evid Pediatr. 2014;10:31.
Bibliografía
- Moreno-Pérez D, Alvarez García FJ, Arístegui Fernández J, Cilleruelo Ortega MJ, Corretger Rauet JM, García Sánchez N, et al en representación del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. Calendario de vacunaciones de la Asociación Española de Pediatría: recomendaciones 2014. An Pediatr (Barc). 2014;80:55.e1-55.e37.
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