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miércoles, 21 de enero de 2015

Intoxicación por monóxido de carbono

Intoxicaciones por monóxido de carbono

La causa más frecuente de intoxicación por inhalación y una de las más peligrosas es la producida por monóxido de carbono , producidas en muchas ocasiones por los combustibles que se utilizan durante el invierno , de ahí que sea muy importante conocer que efectos puede tener sobre la salud si utilizamos algunos aparatos o chimeneas como calefacción durante el invierno.

¿Por qué ocurren estas intoxicaciones?

El monóxido de carbono es un gas tóxico, inodoro e incoloro, que puede producirse por cualquier aparato usado para quemar combustible. Se puede acumular en espacios cerrados o parcialmente cerrados.
Las fuentes más frecuentes de intoxicaciones por monóxido de carbono son las siguientes:

  • En el domicilio, las calderas, calentadores de agua, cocinas, chimeneas o radiadores que utilizan butano, propano o gas natural, cuando no están bien instalados, no funcionan bien o la ventilación es mala.
  • Braseros o chimeneas con leña.
  • El humo de los incendios.
  • El humo de los escapes de los automóviles, sobre todo si el funcionamiento no es adecuado.
  • Productos industriales como los que se utilizan en la industria del metal, textil, plásticos, petrolíferas, etc.
  • El humo del tabaco.
¿Cómo se puede evitar una intoxicación por monóxido de carbono?
  • Escoger aparatos domésticos que eliminen los gases de la combustión hacia el exterior de la casa. Junto con los aparatos se debe aportar documentación que ponga de manifiesto el cumplimiento de las prescripciones reglamentarias. La instalación debe ser hecha por un técnico facultativo o instalador autorizado. La empresa responsable deberá emitir un certificado de control e instalación, así como las instrucciones para el correcto uso y mantenimiento de la misma. Los titulares, o en su defecto los usuarios, serán los responsables del mantenimiento y buen uso de las instalaciones y de las revisiones periódicas.
  • Permitir siempre una buena entrada y salida de aire ambiente desde el exterior, con rejillas de ventilación y salidas de gas al exterior colocadas de forma reglamentaria y que no estén obstruidas.
  • Verificar que la llama de las calderas o calentadores sea de color azul. Si es de otro color (amarillo o tonalidades anaranjadas o rojas) pueden estar funcionando de forma defectuosa.
  • Antes de dormir, apagar las estufas y los braseros.
  • No enciender fuego con leña, ni carbón, en lugares mal ventilados.
  • Evitar usar aparatos con motores a gasolina dentro de un cuarto cerrado.
¿Qué hacer ante una sospecha de intoxicación por monóxido de carbono?
  • Conservar la tranquilidad.
  • Retirar al niño de la fuente de intoxicación y llevarlo a un lugar ventilado con aire fresco.
  • No provocar el vómito.
  • En caso de duda, consultar por teléfono con el Instituto Nacional de Toxicología (915620420), el Servicio de Emergencias (112) o un centro sanitario.
¿Qué síntomas produce la inhalación de monóxido de carbono?
Los síntomas más frecuentes en los niños son: dolor en el pecho, en la barriga o la cabeza, mal color, tendencia al sueño, mareo, mal estado general, dificultad para respirar, vómitos, marcha torpe, etc.

¿Cuándo debo acudir a un centro sanitario?
  • Siempre que haya una sospecha de exposición y el niño tenga alguno de los síntomas descritos.
  • Si existe una alta sospecha de intoxicación por monóxido de carbono (incendio importante, otra persona conviviente con la misma clínica, etc.)
  • Cuando se lo indiquen en el contacto telefónico.
  • Si tiene alguna duda que no haya podido resolver telefónicamente.


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